Descripción del contexto:
La familia es un sistema social o red de apoyo en el cual
los integrantes interactúan de forma continua, por ende, la conducta de uno de
los actores modifica la del resto; Es normal hallar desacuerdos ya sea por la
diferencia de pensamientos, edades, estilos de vida, entre otros, dando lugar a
conflictos de pareja, padres e hijos o entre hermanos, que cambian la dinámica
familiar.
Los conflictos parten desde el desarrollo de una diferencia
o desacuerdo permitiendo que éste intervenga en la conducta de las personas
involucradas en el conflicto las conductas emocionales suelen ser las más
significativas ya que éstas se involucran.
En los lazos morales y afectivos que se establecen en la
familia las diferencias y desacuerdos nacen directamente de las falencias que
se presentan en la comunicación siendo además pesa la Fuente principal para
conciliar las partes.
Es necesario reconocer las diferencias valorar los esfuerzos
Buscar soluciones y acuerdos para lograr comprender los diferentes puntos de
vista que se dan en medio de una familia.
Las emociones en
la negociación.
Dentro de la familia, las emociones y sentimientos son
intensos por los lazos afectivos que se comparten, por ejemplo: si papá tiene
preocupaciones, mamá al observar que él se siente mal, se tensionará y esto se
reflejará de alguna manera en la relación con el resto de la familia.
Por lo tanto, lo más adecuado es ser justos y expresar lo
que se siente, ser responsables de ello y no culpar a otros de lo que
sucede. Manejando las emociones, se
transmite este autocontrol al resto de miembros de la familia. Así, es mucho
más fácil la comunicación, aprender a escuchar y a ser flexible y terminar, si
es posible, con acuerdos claros. La educación emocional empieza en casa y es
una herramienta básica para afrontar con tranquilidad una discusión familia
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