miércoles, 22 de mayo de 2019

Batallas escolares

"Rectores, coordinadores y profesores afectados por el estrés laboral y remitidos a tratamiento psicológico con una frecuencia entre tres y cuatro veces mayor que en el promedio de las profesiones."

Me explicó, ahora sí con pasión, que él la acusa a ella de manipular a los estudiantes y sus familias en su contra. Y en últimas, para mi decepción, Pedro pasó rápidamente de ser un profesor heroico que lidia con la guerra para proteger a sus estudiantes a un trabajador que me estaba pidiendo interceder irregularmente ante sus superiores y tomar partido en favor suyo en una acusación laboral que lo tiene al borde de una sanción por acoso.

¿Una situación rara? Lamentablemente no. En muchos colegios del país, tanto urbanos como rurales, los conflictos entre adultos por asuntos de dinero, ejercicio de la autoridad, chismes, prejuicios o relaciones afectivas son más importantes en la vida cotidiana de los docentes que su trabajo con los chicos. Docentes contra docentes, docentes contra directivos, directivos y docentes contra familias, familias contra familias. A lo largo de los años he visto muchas cosas en este tipo de relaciones. Colegios tomados por comunidades enardecidas que obligan a suspender las clases durante semanas sin que la situación de los estudiantes esté en el fondo del conflicto.

Rectores, coordinadores y profesores afectados por el estrés laboral y remitidos a tratamiento sicológico con una frecuencia entre tres y cuatro veces mayor que en el promedio de las profesiones. Batallas entre docentes con abogado a bordo que duran años ante oficinas de control disciplinario, una instancia exótica en el mundo, pero muy conocida en Colombia. Casos de corrupción en esas oficinas, porque los funcionarios que hacen de ‘jueces’ allí sacan provecho de la situación. Y sobre todo, muchas comunidades en las que se ha perdido por completo la autoridad moral de los adultos que tienen la responsabilidad de educar para la convivencia a sus estudiantes. 

Podría decir sin temor a equivocarme que los colegios donde las peleas infantiles entre mayores de 30 años son el pan de cada día son, justamente, los que tienen peores resultados en la formación integral de sus estudiantes, incluyendo el desempeño académico y la retención escolar. Y lo triste es que esos colegios son miles en el país.

En el caso anecdótico de Pedro, lo mandé a la oficina de talento humano de su secretaría de educación, y llamé a la secretaria para preguntarle por el Comité de Convivencia y Conciliación Laboral, el cual, tal como me lo imaginaba, atiende centenares de casos al mes, en los que se repiten los temas y los protagonistas, y sobre todo se repite una constante: como no sabemos dialogar, el clima laboral y las relaciones entre adultos son uno de los factores que más afectan el clima escolar y el bienestar de niños, niñas y jóvenes.

Tomado de: https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/oscar-sanchez/batallas-escolares-conflictos-en-colegios-de-colombia-161426

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